La acupuntura y la menopausia
La acupuntura comenzó en China hace unos 2000 años y ha evolucionado según la cultura y el contexto. Con el tiempo, los acupunturistas han interpretado este método de acuerdo con su propia visión de su entorno. Las explicaciones tradicionales incluyen el concepto de yin y yang, la circulación del qi y la presencia de meridianos.
Sin embargo, hay otro aspecto llamado acupuntura médica occidental científicamente informada o acupuntura biomédica.
La acupuntura biomédica es una indicación de acupuntura china tradicional que busca explicar los efectos de la punción a través de teorías médicas fisiológicas, anatómicas y patológicas establecidas (White y Med, 2009). Los conceptos tradicionales de yin, yang y qi se ignoran y la acupuntura biomédica ve una integración plausible como medicina basada en la ciencia. Esta acupuntura médica biomédica u occidental ya es muy utilizada en el mundo occidental. La falta de explicación de los conceptos tradicionales sugiere que la acupuntura es una forma de estimulación neurofisiológica. Por tanto, cada punción tiene un efecto local mediado por un reflejo axonal retrógrado local que induce la liberación de péptidos como el sistema nervioso central. En este enfoque científico moderno, los puntos se seleccionan por efectos neurofisiológicos.
Los diversos cambios hormonales observados durante la menopausia se deben principalmente al cese de la función ovárica. Lo más importante es la falta de esteroides sexuales, especialmente estrógeno, que se asocia con condiciones médicas relacionadas, como pérdida ósea acelerada, aterosclerosis y síntomas genitales. Varios cambios metabólicos adversos, tales como perfiles de lípidos más ateroscleróticos, alteración del metabolismo de los carbohidratos y alteración de la coagulación también resultan de niveles bajos de estrógeno y son característicos de la menopausia, causando mayores riesgos de cardiopatía isquémica y el tromboembolismo venoso. Los síntomas más comunes incluyen sofocos, sudoración, trastornos del sueño, depresión, mareos, dolores de cabeza, taquicardia y/o trastornos vasomotores y psiquiátricos que se manifiestan en dolor articular. Son altamente dependientes de los niveles de estrógeno y, a menudo, son la primera indicación para iniciar la terapia de reemplazo hormonal. Todos los síntomas a menudo anuncian el inicio de la menopausia, pero muchos otros órganos y sistemas se ven afectados como resultado de niveles más bajos de estrógeno.
No todas las mujeres que manifiestan síntomas menopaúsicos pueden utilizar la terapia hormonal de reemplazo, pues hay contraindicaciones médicas (antecedentes de cáncer de mama y/o de endometrio, tromboembolismo venoso activo, enfermedad hepática grave), o falta de consentimiento de la paciente para este tipo de tratamiento (miedo a desarrollar cáncer, a subir de peso e intolerancia), por lo que no se puede utilizar la TRH.
Por estas razones, es necesario encontrar otros tratamientos efectivos. La acupuntura se ha propuesto como método alternativo para el alivio de diferentes manifestaciones.
La acupuntura tiene un efecto sobre la disminución de los sofocos, aunque en menor medida que la THR, lo que hace pensar que este tipo de tratamiento alternativo se puede constituir como una buena solución a los problemas en la calidad de vida de muchas mujeres que no pueden ser manejadas con la terapia convencional basada en estrógenos conjugados y medroxiprogesterona.
La evidencia científica concluye que la acupuntura es un tratamiento complementario útil para disminuir los sofocos de las mujeres menopáusicas de origen natural o inducido.