La acupuntura es una técnica terapéutica de la MTC a través de la estimulación de puntos acupunturales en la piel, ya sea por la inserción de finas agujas de longitud variable, con o sin estímulo eléctrico, o a través del uso de moxibustión. También se entiende por acupuntura el uso de técnicas relacionadas, como la auriculoterapia y el uso de ventosas.

Así también es un procedimiento que consume escasos recursos y es altamente efectiva en el tratamiento complementario del dolor crónico. La reducción en la ingesta de fármacos en pacientes con dolor se traduce además en un incremento de la calidad de vida, disminución de efectos secundarios, reducción del coste para el sistema sanitario y aumento de la satisfacción del usuario. Es necesario realizar estudios más amplios para concretar cuáles son las patologías en las que se debería considerar la acupuntura como de primera elección.

Independientemente de la edad, los problemas de salud más frecuentes en la población son los síndromes dolorosos causados por trastornos funcionales, como la lumbalgia, la cefalea o la cervicalgia. En numerosos casos no se detectan alteraciones estructurales ni enfermedad inflamatoria crónica y, para la mayoría de los procesos, los tratamientos más comúnmente utilizados son relativamente poco satisfactorios.

Los resultados del ensayo clínico controlado en fase III sobre acupuntura, llevado a cabo por el National Center for Complementary and Alternative Medicine (NCCAM), con 570 pacientes, mostró que cuando se usa como técnica complementaria en el tratamiento de la artrosis de rodilla, reduce el dolor y mejora la función significativamente. Estudios posteriores han mostrado resultados interesantes, incluida la excelente relación coste-eficacia de la acupuntura.

Hay ensayos clínicos controlados y revisiones sistemáticas acerca de los efectos de la acupuntura en el tratamiento del dolor crónico, que valoran la eficacia frente a los grupos control tratados con acupuntura, por lo que la mayoría de autores evidencia el efecto de la acupuntura frente a los tratamientos convencionales. En los estudios realizados hasta el momento, la acupuntura ha sido enfrentada, o ha complementado, a un fármaco (2 en muy escasos estudios), habitualmente un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) y/o a algún tipo de intervención no farmacológica (p. ej., fisioterapia).

En este estudio, la aplicación de la acupuntura como técnica complementaria ha conseguido disminuir el consumo de analgésicos en un 68%, lo que implica también la disminución en el consumo de protectores gástricos y, presumiblemente, en otros efectos secundarios de los analgésicos de todo tipo. Por otro lado, constituye una posibilidad importante de tratamiento para los pacientes con intolerancia a fármacos.